Ahí va otra continuación de la historia:
Siguiendo los hilos -porque son varios- de la narración vamos a utilizar el hilo de Ariadna y cualquier hilo de clásicas, claro. Así, esperamos llegar a nuestro peculiar país de los feacios y encontrarnos a una dulce Nausica, que nos ofrecerá amable suculentos manjares De re coquinaria. Al final, como el clásico, podremos entonar un Eureka! feliz.
Saludos cordiales.
Luis Inclán.
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