a pie de aula, sin hacer ruido y llego a la biblioteca. En ella había
miles de libros ordenados en largas hileras. Aquello parecía el reino de
Cuentolandia. Le llamó la atención una sección con el rótulo de BITÁCORAS.
Comenzó a hojear los libros pensando en encontrar alguno que le
proporcionara la solución a su dilema, encontrar el significado de
aquellas oscuras y cantarinas palabras: Hitzez, Berriketan…
Iba sacando los tomos de la estantería con mucho cuidado: La bitácora del
tigre, La bitácora del galeón…uno tras uno fue examinando los volúmenes de
aquella sección pero no encontraba la solución para su enigma.
En otro extremo de la sala encontró una sección llamada Pretextos que
tampoco le ayudo a solucionar su problema. Cansada abandonó la estancia
pensando que le estaba dando demasiadas vueltas a la cabeza, ¿o quizás era
darle a la lengua…? En el pasillo había un cuadro con la imagen
refrescante de un archipiélago. Le recordó que las vacaciones estaban
cerca y quizás había llegado el momento de dejar en paz las palabras,
desconocidas y conocidas, y dejarse llevar por el sol, el calor, el
descanso.
Por esto salió de la torre de Anibal y llamó a unos amigos.
-A las siete en El Tinglado para preparar las vacaciones. ¿De acuerdo?-
Comenzó a caminar hacia su casa, tranquila como quien se ha quitado un
peso de encima y …"
Adela Fernández, Irene González, Marimar Pérez. Blogge@ndo
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