de Lucía, la colega de Carlos, el que brindaba con Víctor, el que
tiene un macbook, igualito que el de Charo, la que dormía con Lourdes,
la amiga de Pepe, el que vino con Ángel, el del encuentro de Ayerbe,
donde se apuntó Berta, la que se trajo a su Jose, el que se encargaba
del dinero y que bailaba con Marcos, que charlaba con Javier, el amigo
de Isidro, nuestro próximo anfitrión.
¡¡ Gracias, muchachos !!
No hay de qué, don Felipe. Esta es la canción que en Santiago nos
habemos aprendido.